Duelo espejo entre dos equipos en crecimiento
- redaccionelremate

- 24 oct
- 4 Min. de lectura

El Carlos Belmonte acogerá este fin de semana un choque que promete equilibrio, intensidad y matices. Albacete Balompié y Córdoba CF llegan a la undécima jornada con los mismos puntos —trece— y con una sensación compartida: ambos han encontrado el pulso competitivo tras un arranque irregular. Los dos conjuntos encadenan al menos cinco partidos sin conocer la derrota, uno más en el caso del equipo manchego. Y así, con la clasificación comprimida, tres puntos separan la calma de la inquietud: quien gane, mirará hacia arriba; quien caiga, se asomará al abismo.
Dos equipos que llegan en dinámica positiva
El conjunto de Iván Ania ha dado continuidad a las buenas sensaciones. El Córdoba entrena con ritmo, confianza y una creciente sensación de solidez. El técnico ovetense lo dejó claro en la previa: la dinámica del día a día se está trasladando a los partidos, y aunque eso no garantiza victorias, sí predispone al equipo de la manera correcta.
Sobre el rival, Ania mostró respeto y cautela: “El Albacete es un equipo capaz de lo mejor y de lo peor. Puede dejar su portería a cero o encajar varios, pero siempre compite. En su campo solo ha ganado una vez, pero es un rival incómodo y difícil de batir”. Palabras que resumen la prudencia de un entrenador que conoce bien el valor de los pequeños detalles.
Eficacia, el reto pendiente
En defensa, el Córdoba ha dado un paso al frente respecto al curso pasado. El bloque blanquiverde concede menos, es más compacto y transmite seguridad. Pero en la otra orilla del campo aún falta algo de colmillo. Lo reconoció el propio Ania: “Somos un equipo que genera muchas ocasiones, pero nos falta eficacia. No me preocupa en exceso, porque llegamos y producimos, pero sí necesitamos convertir más”.
La falta de acierto ha privado al conjunto califa de sumar algún punto extra, aunque también es cierto que el equipo mantiene una línea ascendente en cuanto a ritmo y continuidad en el juego.
Enfermería controlada y fondo de armario
El Córdoba llega a este partido con la enfermería relativamente despejada. Siguen de baja los lesionados de larga duración —Adilson, Álex López y Juanma Alcedo—, además de Vilarrasa, aún con molestias en el pubis. En el caso de Alcedo, ya se entrena parcialmente con el grupo, aunque evita los ejercicios con contacto.
Por su parte, el camerunés Frank Fomeyem, que acabó tocado ante el Almería, ha realizado trabajo específico durante la semana, pero estará disponible tras reincorporarse con normalidad. Con el calendario apretado y la Copa del Rey en el horizonte, la rotación se antoja inevitable, pero el técnico dispone de recursos suficientes para afrontar este tramo.
La banda izquierda, un viejo quebradero de cabeza
Las lesiones en el costado izquierdo vuelven a recordar fantasmas del pasado curso. Aquella zona fue un auténtico rompecabezas para el cuerpo técnico, con cambios constantes entre lateral y extremo. La ausencia prolongada de Álex López, sumada a la de Adilson, limitó opciones durante buena parte de la temporada.
Este año, la historia parece repetirse, aunque Ania ya ha dejado entrever que si la situación lo requiere, recurrirá al filial para reforzar la posición. No será la primera vez que la cantera responda cuando el primer equipo más lo necesita.
Un rival que incomoda el estilo de Ania
El Albacete de Rubén Albés —equipo con identidad clara y gusto por las transiciones rápidas— es uno de esos rivales que pueden poner en aprietos el modelo de juego del Córdoba. Los partidos de ida y vuelta, con ritmo alto y espacios, son justo los que peor sientan al plan de Ania.
El técnico lo sabe: “Ellos son un equipo con muchos argumentos en ataque, capaces de adaptarse si tienen que juntarse atrás. Aunque tienen bajas, los sustitutos aportan jerarquía. Nosotros seguimos creciendo, y quien deje su portería a cero tendrá más opciones de ganar”. Una declaración que resume la intención califal: ser sólidos primero, valientes después.
Ganar para mirar hacia arriba
En el Córdoba se respira la sensación de estar ante una semana decisiva. La visita a Albacete, el estreno copero y un nuevo duelo liguero marcarán el pulso del grupo. Para Ania, ganar supondría algo más que tres puntos: sería confirmar que el equipo ya no mira hacia abajo.
“Venimos de ganar en Zaragoza, en un campo difícil. El equipo es más sólido defensivamente y compite bien ante cualquier rival. Queremos hacernos fiables”, destacó el técnico.
El ovetense también subrayó un aspecto emocional: la intensidad. “La motivación no puede depender del rival. Contra el Almería se notó, pero los puntos valen igual contra todos. Tenemos que mantener ese nivel de concentración siempre”.
Pequeños matices, grandes sensaciones
El Córdoba ha introducido ligeras variaciones en su plan de juego. La presión alta vuelve a ser una de sus señas de identidad, y Ania lo tiene claro: “Cuando iniciamos bien, terminamos bien. Cuanto más arriba presionamos, menos sufrimos atrás. Buscamos volver a ser el equipo al que menos ocasiones le generan”.
La evolución se percibe, aunque el técnico reconoce que todavía hay margen de mejora: “El equipo tiene más confianza para asumir responsabilidades. Cuanta más personalidad tengamos en el inicio del juego, mejor vamos a jugar”.
Con esa premisa, el Córdoba visita el Carlos Belmonte. Un estadio exigente, un rival intenso y un contexto ideal para medir hasta dónde llega la madurez de un equipo que, jornada a jornada, se está ganando el respeto de la categoría.
REPORTAJE: Álvaro Valero FOTO: Diario Córdoba











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