El honor como último motor de una temporada sobresaliente
- redaccionelremate
- 31 may
- 3 Min. de lectura

No hay títulos en juego. Tampoco un billete al play-off. Y sin embargo, en El Arcángel se respira la emoción de las grandes citas. Porque este domingo, el Córdoba CF despide la temporada 2024/25 frente al Albacete con algo más valioso que los puntos en juego: el honor, el orgullo de una ciudad y la dignidad de un escudo que ha sabido reinventarse. Iván Ania lo dijo con claridad en la previa: “Siempre que sales a un campo, sales a competir, a defender un honor, un escudo, una afición, un club”. Y eso, incluso sin objetivos clasificatorios mayores, basta para entender el peso simbólico de este partido.
Una temporada de menos a más
Pase lo que pase en el marcador, el Córdoba CF ya ha ganado su batalla más importante: la de reafirmarse en el fútbol profesional. El curso comenzó con dudas y etiquetas ajenas que hablaban de una de las plantillas “menos valiosas” de la categoría, pero se ha cerrado con una explosión de fútbol valiente, ritmo alto y un juego ofensivo que ha conquistado a propios y extraños. “Nos hemos convertido en un equipo referencia. Muchos equipos se han condicionado por cómo jugábamos”, recordaba Ania con legítimo orgullo.
El entrenador blanquiverde no oculta que le hubiese gustado competir hasta el final por una plaza de privilegio, pero reconoce que las circunstancias –como la derrota clave en Burgos o la racha final de tres partidos sin puntuar– frenaron ese anhelo. Aun así, insiste en que “el balance es muy bueno”, subrayando el crecimiento “enorme” de los jugadores, del club y también del propio cuerpo técnico.
Un objetivo claro: terminar décimos
El Albacete, rival de este cierre de campaña, llega con tres puntos más que el Córdoba. Una victoria local no solo rompería la mala dinámica de las últimas semanas, sino que permitiría a los de Ania adelantar a los manchegos por golaverage y cerrar el campeonato en décima posición. Un objetivo simbólico, pero significativo para un equipo que ha querido ir más allá de la mera permanencia.
“Queremos ganar. Queremos ser décimos. Venimos de una racha negativa y necesitamos acabar con buenas sensaciones”, sentenció Ania, mostrando una ambición que contrasta con el perfil de equipo que muchos daban por desahuciado a inicio de temporada.
El Albacete, por su parte, tiene el mismo objetivo: cerrar con victoria un año de altibajos y alcanzar los 60 puntos. El duelo promete intensidad, aunque ambos conjuntos lleguen con las plantillas mermadas.
Bajas y despedidas
El Córdoba afronta el encuentro sin Marvel ni Albarrán, sancionados, y con una enfermería en la que aún siguen nombres como Adilson, Mati, Alberto del Moral, Isma Ruiz y Rubén Alves. “Si hay alguno que esté dudoso, mejor no forzarlo con el objetivo cumplido”, admitió el técnico, dejando entrever que la rotación y el sentido común pesarán en la alineación.
Pero más allá de lo deportivo, este sábado será también un día de despedidas. Varios jugadores cedidos retornarán a sus clubes de origen, y otros, que finalizan contrato, todavía no han definido su futuro. “Aquí tienen más que un entrenador; tienen un amigo”, expresó Ania, dejando claro que el vínculo forjado en este vestuario va más allá del césped.
Iván Ania, un líder consolidado
La figura del técnico asturiano emerge fortalecida tras esta campaña. “Era importante completar un año entero en el fútbol profesional”, dijo. Y lo ha hecho con nota, liderando un proyecto que ha devuelto la fe a la afición cordobesista. La continuidad por tercer año consecutivo en el banquillo refuerza una apuesta por la estabilidad poco habitual en el fútbol moderno.
Ania no esconde su satisfacción: “Me siento valorado, contento, totalmente integrado”. Y aunque reconoce que no le gusta poner nota a su trabajo, sí deja entrever que esta temporada será recordada con cariño, no por la posición final en la tabla, sino por la transformación de un equipo que fue “de menos a más” y supo hacerse respetar en una categoría durísima.
El futuro empieza mañana
Con la pretemporada prevista para inicios de julio y el mercado veraniego por definir, el Córdoba CF ya tiene puesta una parte de su mirada en el futuro. Pero antes toca cerrar este ciclo con dignidad. El Arcángel, que ha vivido tardes de fútbol vibrante este año, merece una última ovación.
Y es que, como dijo su entrenador, no se juega solo por tres puntos. Se juega por un escudo. Por una historia. Y por seguir creyendo.
REPORTAJE: Álvaro Valero FOTO: Diario Córdoba

Comments