El Córdoba.C.F. busca curar la herida copera, con una victoria ante la AD Ceuta

No hay tiempo para el lamento. El fútbol, en su fiel ritmo, no permite detenerse demasiado en las caídas. Apenas unos días después de la eliminación copera en Cieza, el Córdoba CF afronta este domingo (16:15) una nueva cita en El Arcángel, donde recibirá a una AD Ceuta en plena racha de resultados. El objetivo es claro: transformar la decepción en impulso y reafirmar la buena dinámica que el equipo venía mostrando en liga.

El conjunto de Iván Ania vuelve a su territorio natural, el campeonato doméstico, donde ha sabido consolidar un bloque reconocible, sólido y con identidad. El técnico ovetense dejó claro en sala de prensa que no habrá espacio para la duda: “Toca cambiar el chip. Lo importante es la liga, mantener la dinámica y seguir creciendo”. El mensaje no deja lugar a interpretaciones: el Córdoba quiere pasar página y hacerlo con autoridad.

Un duelo entre dos equipos que quieren el balón

El choque se presenta como una propuesta atractiva para el espectador. Tanto Córdoba como Ceuta entienden el fútbol desde la posesión, la presión alta y la ambición ofensiva. “Será una pelea por el balón”, anticipó Ania. “Los dos vamos a salir a ganar, no somos equipos que especulen”. Y es que los antecedentes lo confirman: la pasada campaña ambos firmaron un vibrante 3-3 en El Arcángel, un intercambio constante de golpes y ocasiones que reflejó la filosofía compartida de ambos técnicos.

José Juan Romero, en el banquillo visitante, ha sabido dotar al Ceuta de una personalidad muy marcada. Su equipo llega con seis porterías a cero consecutivas y una trayectoria ascendente tras un inicio titubeante. “Es un conjunto que defiende bien porque tiene el balón. Cuanto menos defiendes, menos te atacan”, resumió Ania con respeto. El Ceuta se caracteriza por su orden, su capacidad para generar superioridades y un fútbol combinativo que le ha permitido escalar posiciones.

Borrón, aprendizaje y continuidad

La eliminación copera dejó un poso amargo, pero el técnico cordobesista evita dramatismos. “Caer ante un equipo de Tercera no es habitual, pero estos partidos tienen su dificultad”, reflexionó, recordando que otros clubes de categorías superiores también cayeron antes de tiempo. La lectura de Ania pasa por el equilibrio: mantener la confianza en el bloque, seguir dando oportunidades y reforzar la idea colectiva.

El Córdoba afrontará el encuentro con la base habitual en liga, con varios jugadores que descansaron en Cieza de vuelta al once. El técnico insistió en que el esfuerzo del plantel no se mide solo en resultados, sino también en la mejora constante del nivel competitivo: “El estado físico es bueno, pero sobre todo lo es el anímico. Cuando el equipo gana, todo fluye. Y ahora toca volver a hacerlo”.

Requena, la alternativa en la sala de máquinas

La ausencia de Álex Sala sigue dejando un hueco en el centro del campo. En ese espacio, Dani Requena ha ido ganando peso con actuaciones solventes. Ania lo reconoció: “No tenemos un jugador igual que Sala, pero sí distintas alternativas que nos permiten adaptar el plan. Hay que buscar variantes, no copias”. El joven mediocentro podría repetir titularidad, acompañado por la veteranía de Del Moral o el criterio de Pedro Ortiz.

Un partido que puede valer algo más que tres puntos

Más allá de la necesidad emocional de resarcirse, el encuentro ante el Ceuta ofrece la oportunidad de dar un salto clasificatorio importante. Los blanquiverdes, instalados en la parte media-alta de la tabla, podrían acercarse a las posiciones de ‘play off’ si logran sumar los tres puntos. “No pensamos en otra cosa que no sea ganar”, subrayó Ania. “Si eso nos acerca arriba, perfecto, pero lo importante es mantener la regularidad”.

La cita en El Arcángel promete ritmo, intensidad y fútbol de posesión. Dos equipos que no renuncian a su estilo, un estadio que buscará empujar para convertir la herida copera en un punto de inflexión. Porque el Córdoba, una vez más, tiene ante sí la oportunidad de demostrar carácter, convicción y madurez.

REPORTAJE: Álvaro Valero FOTO: Diario Córdoba